Hoy en día, los sistemas de recuperación de vapores son habituales en las terminales de distribución que se encargan del trasvase de productos que van desde la gasolina hasta los aromáticos, como el benceno y el xileno, y cada vez más, el petróleo crudo. Algunas de las mayores unidades de recuperación de vapores del mundo se utilizan en operaciones de transferencia de petróleo crudo. Las capacidades de manejo de vapores de entre 10.000m3/h y 40.000m3/h no son infrecuentes en las aplicaciones de petróleo crudo.
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